La primera isla SIPAM de Europa refuerza su modelo agrícola con modernas redes de riego, desaladora agrícola y proyectos estratégicos

Lanzarote, 9 de septiembre de 2025 

La viña en cráteres negros, la batata enterrada bajo la arena del jable o la sandía que madura en Soo y Muñique no son solo cultivos: son una forma de ser. La FAO lo reconoció al declarar el sistema agrícola de La Geria Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), símbolo de ingenio y resistencia, siendo Lanzarote la primera isla de Europa en recibir este reconocimiento.

Pero la supervivencia de esa tradición depende hoy de un factor determinante: el agua. Sin ella, no habrá ni vino de malvasía ni papa de Los Valles ni batata ni calabaza de jable ni la sandía, cultivos estratégicos por su creciente demanda y calidad diferenciada.

Obras en marcha y nuevos proyectos

En los dos últimos años se ha dado un salto decisivo. El esfuerzo realizado por el Consejo Insular de Aguas en 2024 para recuperar el convenio con SEIASA ha traído consigo 24,4 millones de euros destinados a la modernización de regadíos en Tinajo y Teguise, cuyas obras ya están en marcha. La balsa de Tinache, el depósito de El Cuchillo y la desaladora agrícola de La Santa forman parte de un engranaje que permitirá que, a medio plazo, el agua desalada fluya hacia el campo desde una infraestructura autosuficiente y sostenible.

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, subraya que “hoy, la modernización del ciclo del agua y la agricultura caminan juntas. Apostar por nuevas infraestructuras es garantizar futuro al campo y, con ello, preservar la identidad de Lanzarote”.

En paralelo, el Consorcio del Agua de Lanzarote destina todos sus esfuerzos a la planificación de nueva red y a la renovación de la existente. Se culminaron las obras de la denominada Línea Norte, y están a punto de comenzar las de la Línea Centro. Además, entre otras intervenciones, está previsto que en breve se inicien las redes de distribución agrícola para El Cuchillo, Soo y Muñique, tres núcleos vinculados al jable y a cultivos tan esenciales como la batata, la calabaza y la sandía. El consejero de Aguas, Domingo Cejas, explica que “estas redes serán un alivio directo para agricultores que llevan años reclamando soluciones”.

Calmar la sed del campo y planificación a largo plazo

Mientras las grandes obras avanzan, la isla ha recibido una desaladora portátil diseñada por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), con capacidad de 2.500 m³ diarios para riego agrícola. “Esta agua ayudará a salvar la temporada”, reconoce un agricultor, que explica cómo este verano se ha presentado menos duro que otros.

El horizonte, además, pasa por la creación de una red separativa de riego, que permitirá independizar el agua agrícola de la potable, garantizando eficiencia y seguridad para el sector primario.

Preservar la identidad del campo lanzaroteño

En Lanzarote, hablar de agua es hablar también de cultura. Durante siglos, los campesinos supieron sobrevivir gracias a los aljibes y otras formas de acopio que recogían cada gota de lluvia en una tierra sin ríos ni manantiales. Esa herencia sigue siendo vital y actual.

El Consorcio del Agua prevé publicar en breve una convocatoria de ayudas para la reparación y construcción de aljibes y otras infraestructuras de almacenamiento, uniendo lo tradicional con lo moderno y garantizando que ni una gota se pierda.

La isla en su conjunto

El esfuerzo no se limita a Tinajo y Teguise. El Cabildo, a través de TRAGSA, trabaja ya en la caracterización de la zona norte para diseñar una red agrícola independiente en Teguise y Haría. El estudio analiza cultivos, infraestructuras y necesidades hídricas mediante trabajo de campo y herramientas de información geográfica. Su objetivo es claro: planificar una red que incluya desaladora, depósitos y balsas estratégicas que garanticen agua para el regadío del norte, respondiendo a una reivindicación histórica.

Emergencia hídrica como punto de inflexión

La declaración de emergencia hídrica, aprobada a comienzos de 2025 por el Consejo Insular de Aguas con el apoyo prácticamente unánime de sus representantes —Cabildo, ayuntamientos, sector primario y agentes sociales—, ha marcado un antes y un después. Esta declaración no ha servido para “eludir” la tramitación, sino para agilizar procedimientos y abrir la puerta a nuevas fuentes de financiación de otras administraciones.

Gracias a ella, Lanzarote ha podido avanzar con rapidez en la licitación de obras clave y en la llegada de recursos extraordinarios.

Y el próximo gran reto será reducir el porcentaje de Agua No Registrada (ANR), especialmente las pérdidas en la red, porque cada gota recuperada es una gota que puede llegar al campo.

La voz del campo

Entre gavias, jables y viñedos, los testimonios coinciden: “La tierra de Lanzarote tiene memoria. Si le das agua, responde. Lo difícil ha sido tener agua en el momento justo”.

Esa falta de seguridad es lo que ahora empiezan a resolver las recientes infraestructuras, con la Administración insular tendiendo la mano y comprometiéndose con la supervivencia de los cultivos.

Porque el campo de Lanzarote no es solo producción: es paisaje, es identidad, es cultura y resistencia. Con cada mata de batata, con cada sandía del jable o con cada racimo de uvas bajo el volcán, se mantiene viva la idiosincrasia de la isla.

NOTA:

Reportaje publicado por el periódico La Provincia en el especial con motivo del Día Mundial de la Agricultura hoy 9 de septiembre: